La imposibilidad que tuvieron las multinacionales durante el Gobierno de Cristina Fernández de girar dividendos al exterior las obligó a invertir ese capital en activos en el mercado local. Gran parte de esos desembolsos fueron destinados a comprar pisos en edificios de oficinas que, por estos días, podrían cambiar de manos
El otro lado del mostrador, comienzan a aparecer fondos de inversión extranjeros que buscan oportunidades en el segmento de espacios corporativos.
Los especialistas indican que puede haber buenas oportunidades en edificios que tienen plantas enteras adquiridas por compañías que estaban limitadas para girar sus utilidades. Ahora, con el cambio de Gobierno y la flexibilización cambiaria, muchas de ellas buscarán tener liquidez o bien, para reinvertir en su “core business”, para realizar alguna apuesta financiera o para lograr su cometido primario de girar del dinero a su casa matriz.
Juan Pablo Gutiérrez, especialista en el segmento de oficinas, explica que “es cierto que hay algunos fondos de inversión observando el panorama y analizando”. De todas formas, el analista indica que hay que ser cautos. “Este tipo de jugadores buscan edificios que tengan un sólo dueño y no pisos por separado. Además, también analizan muy bien como son los contratos de alquiler que tiene cada uno de los propietarios. Por lo general, son grupos que no se mueven por operaciones inferiores a los u$s50 millones”.
Consultados sobre las oportunidades que ofrece el mercado local, Gutiérrez indica que no sólo Catalinas y Puerto Madero pueden ofrecer alternativas sino también toda la línea de Panamericana en la Zona Norte del Gran Buenos Aires.
Por su parte, Matías Gancberg, VP Latin America de Colliers International, afirma que “para los fondos dirigidos a mercados emergentes e inversiones inmobiliarias alternativas, el mercado latinoamericano está encaminado a presentar un gran desempeño entre los mercados emergentes globales durante 2017”.
Escenario
En la actualidad, la demanda de espacios en el mercado de oficinas de la ciudad de Buenos Aires está muy activo aunque la oferta no reacciona al mismo ritmo, ya que los desarrolladores dosifican el inicio de nuevos proyectos, indica la consultora Cushman & Wakefield.
Se prevé que este año se finalizarán alrededor de 95.400 metros cuadrados de superficie de oficinas premium. De ese total, solo el 57% será oferta especulativa, cifra por debajo a la demanda esperada para el período.
Con escasa superficie de espacios de alta gama disponibles y un reducido índice de liberación de espacios, la consecuencia es el alza del precio de los alquileres que, en la zona céntrica, se incrementó un 9,1% en dólares en el último año.